Cada palabra es un puñal que me atraviesa.
Escribir es estar entre la vida y la muerte.
Vida es lo que siento a tu lado,
cuando respiras,
cuando caminas,
cuando me miras,
cuando sonríes,
cuando sujetas mi mano.
Muerte es la distancia que nos segrega
y la siento...
cuando vuelves a respirar,
cuando me dejas atrás,
cuando ya no me dedicas tu mirada,
cuando tu rostro es dominado por la seriedad
cuando me sueltas la mano
y me dejas sola al andar.
Cada palabra es un abismo que me aleja de ti.
Escribir es hacerte eterno y dejarme morir.
Se vale tener los pelos de punta. Se vale.
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