lunes, 7 de agosto de 2017

A mi ex-wonderwall

En silencio te dediqué canciones, lloré cascadas y me auto-flagelaba con tu recuerdo. Al fin entendí que la vida no es "The perks of being a wallflower" y nadie tiene la obligación de proteger como La Bestia protege a su rosa. Yo lo hice. Te amé cuando no sabía cómo.

Siento habértelos entregado, siento haberte hecho creer que ellos eran lo mejor. Estaba equivocada. Ellos quieren que su familia sea el mundo y yo quiero que el mundo sea mi familia. Por eso me fui... y no regresaré.

Ahora veo todo con los ojos de Neruda, como cuando tenía 19, como cuando mis amigos me llamaban «Muffin» en lugar de «Lavandero». Todo ha vuelto a ser como antes... Yo, la de entonces, siempre he sido la misma. De colores. (nunca sabré hacer las pases con el negro ni los grises). Me cansé de tenerlos sobre mis hombros. Me cansé de construir alas. Me cansé de que casi todo fuera unilateral.

Desde lo más profundo que pueda existir te deseo la mejor de las vidas. Te veré en canciones y de vez en cuando, en alguna memoria archivada.
Firma,
Arabella 

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