La hipomanía
es un estado afectivo (de afecto y de afectar), que pone a la persona que lo
padece en un estado de ánimo persistentemente expansivo, hiperactivo que puede
resultar irritable porque los que no lo entienden pueden percibirlo como “too much”.
No hay necesidad de dormir y descansar, porque simplemente tenemos una cantidad
de energía que nos hace sentir invencibles. En mi caso esto forma parte del transtorno bipolar tipo dos que me diagnosticaron
en febrero del 2015.
Nuestro
estado de ánimo raya lo estridente y lo descontrolado, pero es por la cantidad
de cosas que vamos percibiendo a la vez. La gente nos mira como si estuvieramos
locos, porque lo veo, lo percibo. He visto esa mirada en los rostros de la
gente, imagino que piensan “qué niña tan loca”. Unos lo ven como un chiste,
piensan que para mí todo es una broma, y no es así. Simplemente no puedo
reaccionar de otra manera. Mi mente no puede ni quiere procesar los problemas,
porque mientras tú estás pensando en el problema ya yo sé cómo resolverlo y voy a por ello.
Siempre me he sentido atraída por el arte, los colores y la magia. Soy el vivo ejemplo
de la nenita que se cree el cuento de Disney. Estudié teatro seis años en una
escuela especializada. Entré a la universidad por Literatura Comparada pero
después descubrí que mi verdadera pasión no es estudiar lo que ya esta escrito,
yo quería y quiero escribir. No me considero una persona ultra inteligente. Me
encanta aprender por mi cuenta temas de mi interés y estudiar bajo el régimen de un profesor realmente
me altera porque la mayoría de las veces siento que no me entienden.
A veces
hago cosas para protegerme de mis incendios mentales devastadores. Ya estuve
ahí, he visto lo que mi ira puede lograr y lo detesto a muerte. Yo aprendo,
aprendo rápido y no por cabeza agena, aprendo por todas las cabezas, porque tú me cuentas tu historia y yo siempre decido creerte. Si me mientes y lo
descubro, no te ataco, me detengo a tratar de entender por qué… Y si descubro
que lo hiciste con la intención de herir, me molesto, me molesto muchísimo y
voy por ti, porque no tolero las injusticias. Soy así. Actúo por impulsos. Soy
perfeccionista desde mi visión. Cuando hago las cosas mal me molesto conmigo y
rápido voy a pedir perdón, es mi modus operandum; pero la gente cree que estoy loca… y es una
verdadera mierda romper y reparar, romper y reparar, romper y reparar sabiendo que es involuntario. Por eso
prefiero huir de la gente que no me entiende… y de los que me entienden
demasiado, porque me asustan un poco.
Espero que
esto ayude a alguien a ver las cosas desde mi punto de vista hermosamente
caótico. Si descubro algo más, no dudaré en escribirlo. Será hasta la próxima.
Un abrazo apretaito.
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