jueves, 13 de julio de 2017

Hipomanía y sus patrones en mí

La hipomanía es un estado afectivo (de afecto y de afectar), que pone a la persona que lo padece en un estado de ánimo persistentemente expansivo, hiperactivo que puede resultar irritable porque los que no lo entienden pueden percibirlo como “too much”. No hay necesidad de dormir y descansar, porque simplemente tenemos una cantidad de energía que nos hace sentir invencibles. En mi caso esto forma parte del transtorno bipolar tipo dos que me diagnosticaron en febrero del 2015.



Nuestro estado de ánimo raya lo estridente y lo descontrolado, pero es por la cantidad de cosas que vamos percibiendo a la vez. La gente nos mira como si estuvieramos locos, porque lo veo, lo percibo. He visto esa mirada en los rostros de la gente, imagino que piensan “qué niña tan loca”. Unos lo ven como un chiste, piensan que para mí todo es una broma, y no es así. Simplemente no puedo reaccionar de otra manera. Mi mente no puede ni quiere procesar los problemas, porque mientras tú estás pensando en el problema ya yo sé cómo resolverlo y voy a por ello.

Siempre me he sentido atraída por el arte, los colores y la magia. Soy el vivo ejemplo de la nenita que se cree el cuento de Disney. Estudié teatro seis años en una escuela especializada. Entré a la universidad por Literatura Comparada pero después descubrí que mi verdadera pasión no es estudiar lo que ya esta escrito, yo quería y quiero escribir. No me considero una persona ultra inteligente. Me encanta aprender por mi cuenta temas de mi interés y estudiar bajo el régimen de un profesor realmente me altera porque la mayoría de las veces siento que no me entienden.

A veces hago cosas para protegerme de mis incendios mentales devastadores. Ya estuve ahí, he visto lo que mi ira puede lograr y lo detesto a muerte. Yo aprendo, aprendo rápido y no por cabeza agena, aprendo por todas las cabezas, porque tú me cuentas tu historia y yo siempre decido creerte. Si me mientes y lo descubro, no te ataco, me detengo a tratar de entender por qué… Y si descubro que lo hiciste con la intención de herir, me molesto, me molesto muchísimo y voy por ti, porque no tolero las injusticias. Soy así. Actúo por impulsos. Soy perfeccionista desde mi visión. Cuando hago las cosas mal me molesto conmigo y rápido voy a pedir perdón, es mi modus operandum; pero la gente cree que estoy loca… y es una verdadera mierda romper y reparar, romper y reparar, romper y reparar sabiendo que es involuntario. Por eso prefiero huir de la gente que no me entiende… y de los que me entienden demasiado, porque me asustan un poco.

Espero que esto ayude a alguien a ver las cosas desde mi punto de vista hermosamente caótico. Si descubro algo más, no dudaré en escribirlo. Será hasta la próxima.

Un abrazo apretaito.


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