miércoles, 19 de octubre de 2016

DeLillo

[Afiche extranjer•]

Te conozco hacen casi cinco años, quizá un poquito más. Desde que hablamos por primera vez me gustaste. Tu pelito caramelo, tu tez blanca, tus labios gruesos, tus ojitos chicos, tu manera grosera de provocar y dar cariño... Eras un gran sujeto. No hemos perdido la comunicación. Cada vez incrementan las ganas de tenernos cerca. Te deseo, David, te deseo. Confieso que a veces me encuentro en la ducha pensando cómo sería mi baño si estuvieras detrás de mí enjabonándome el cabello, metiendo tus dedos entre mi pelo, frotando mi cabeza con un olor a menta invadiendo la escena... Otras veces me sorprendo acariciando la almohada buscando que de alguna manera mi tacto la convierta en tu rostro. Me despierto con los niveles de cachondería rompiendo los termómetros temprano en la mañana y fantaseo contigo, que estás en la recámara de al lado o buscando algo en la cocina. Pienso que vas a venir a levantarme con besos en la espalda diciéndome "Arriba melona, que es un nuevo día, venga" y después me das una nalgada. Me sorprendo regañandome por romantiquear la imagen repetida que tengo de ti.

Sé que somos eso, "amigos" de cámara, que me ves el cuerpo y que disfrutas las vistas que te ofrezco parcialmente, pero esas veces en las que hablamos siento una chispa rarita entre nosotros. Siento que dentro de todo somos tímidos ante la presencia del otro. Creo que tenemos la capacidad de ponernos nerviosos (para bien). Me encantaría tenerte cerca, de verdad. No sabes cuánto aborrezco el mar que nos separa y todos los aviones que van hacia tu dirección mientras yo los veo pasar. A veces me molesta lo mal repartido que está el mundo, podríamos estar haciéndonos sonreír, sintiendo nuestras pieles y no conectando por estas corrientes de cables, hondas y redes virtuales. Quisiera besarte, de verdad, quisiera besarte. Poner mis labios sobre los tuyos despacito. Sentirte, darte un abrazo, ver si eres más alto que yo, ver cómo funcionamos al andar por la calle. Quiero conocer tu humor, tomarme una cerveza contigo, quiero ver quién soy al estar a tu lado, quiero sentir en mi estómago la primera carcajada que me provoques. Quiero revolcarte el pelo, morderte el pecho, unir la palma de tu mano con la palma de mi mano, así cómo hicieron Tarzan y Jane, para ver si tu mano es más grande que la mía o viceversa. Quiero cumplir mi lista de cursilerías contigo. Aunque seas más de follar, qué me importa.

Algún día haré mi viaje reparador hasta tu país y tú serás el galán que come, reza y ama que le da la vuelta a mi mundo. Sé que te pongo una carga inmensa sobre los hombros, pero tranquilo, eso es lo lindo de los viajes, que nos permiten vivir las utopías. Si el mar que nos separara fuese una acera, hace rato hubiera cruzado para chocar contigo intencionalmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario